Parece ser que desde la última competición han pasado muchas cosas: muchas navegadas como todos vosotros, que seguro que habéis disfrutado o que aún estaréis disfrutando de playas paradisiacas con condiciones ideales para la práctica del windsurf.
Para mí el verano empezó con una llamada sorpresa de unas de mis amigas que está estudiando Diseño en la Universidad Pompeu Fabra, ya que estaban realizando un proyecto fotográfico de deportes extremos y pensó en realizar una sesión de fotografías en una de mis navegadas. Ahora bien, como todos sabéis, siempre pasa que el día que tienes la sesión de fotos no hace viento o no estás en el spot ideal, pero aún así pudimos sacar unas buenas fotos en las playas de Barcelona con mi nueva vela Severne S1, la cual no pude probar perfectamente pero fue un buen primer contacto.
Más tarde, ya habiendo finalizado la universidad y aprobando todos los exámenes, mi destino era L’Estartit, dónde tenía que trabajar como monitora de vela, de tal manera que entre lecciones de windsurf y paddle surf, paseos en catamarán o en zodiac, he podido disfrutar de los vientos de gregal o sur que se han dado a aparecer. Tengo que decir que después de 2 meses trabajando en L’Estartit la vela que más he usado ha sido de 5 metros y que me ha permitido trabajar maniobras como el volcano o el spock; eso sí, sin salvar alguna que otra lesión como fue una semana en collarín después de comerme la botavara en un volcano.
Así que para todos los que practiquéis Freestyle acordaos de desengancharos de los cabos cuando saltéis, porque si no ya no hay vuelta atrás: el tortazo está asegurado.
Aunque no hace mucho viento, tenemos sesiones de paddle interminables: paseos por las tardes o algún que otro día han entrado olas para poder disfrutar y surfear un poco.
Mi verano no ha terminado aún y queda mucha playa para disfrutar: la semana que viene dirección Blanes para disfrutar con los amigos y en septiembre hacia Sant Pere Pescador dónde espero entrenar en slalom.
Espero que todos disfrutéis del viento allí dónde estéis.
Un saludo.
AIDA MACIÀ
CAT-85